Mi familiar tiene una adicción
¿Cómo puedo ayudarle?

Nos enfrentamos a esta pregunta en muchas llamadas de solicitud de información. Un familiar o amigo preocupado porque ha identificado que su ser querido está teniendo o lleva un tiempo con un abuso de alguna sustancia o conducta. Quizá ya lo han comentado con la persona en cuestión y esta no ve el problema o aún no lo han hecho y no saben cómo pueden afrontar una primera conversación para abordar el tema.

En este post voy a intentar aportar unas nociones básicas sobre lo que supone una adicción, para que, a ti como familiar, pueda ayudarte a entender el problema y algunas recomendaciones sobre por dónde empezar a intervenir. 

Mi familiar abusa del alcohol/drogas/juego
pero no ve el problema: ¿Qué hago?

Lo primero que debes saber es que esta situación es muy habitual. El reconocimiento del problema es uno de los primeros problemas que nos encontramos cuando trabajamos con una persona con adicción y hay que enfocarlo como parte del proceso y del trabajo que tenemos que realizar.

Prochasca y Diclemente escribieron acerca de los estadios del cambio por los que pasa una persona antes de, no solo realizar sino afianzar un cambio importante en su vida. Antes de llegar a la acción y, por lo tanto, en este caso, a dejar la sustancia, estos autores hablaron de 3 momentos previos: la precontemplación, la contemplación y la preparación.

En el momento de la llamada solicitando información, probablemente tu familiar o amigo se encuentre en este primer momento de precontemplación. Esto implica que la persona no es para nada consciente de tener un problema, por lo tanto, no va a considerar necesario tener que introducir ningún cambio en su vida. Quizá la sustancia o conducta en cuestión aún no le ha generado ninguna consecuencia grave en su entorno, o al menos aparentemente.  Desde esta negación del problema, la persona no va a considerar para nada necesario acudir a consulta y lo más probable será que rechace tu propuesta. 

¿Qué hago si mi familiar se niega a ir a terapia?

Mi recomendación siempre es la misma: VEN TÚ. Una adicción es un tema complejo y que no solo afecta a la persona en cuestión, tiene consecuencias sobre toda la familia. Por eso es importante que como familiar puedas comprender bien la naturaleza de la adicción, las dificultades por las que puedes atravesar y qué puedes ir haciendo para ayudar a tu familiar de la mejor forma posible.

Lo ideal es que cuando la persona no quiere venir a consulta podáis venir los familiares o el núcleo más cercano o conviviente. Aunque él/ella no venga a consulta de forma directa, con vosotros podremos ir trabajando ciertos aspectos con el objetivo último de que tu familiar acabe viniendo a vernos.

En consulta podremos trabajar aspectos como:

  • Entender qué es una adicción.
  • Cuál es la mejor manera de afrontar el tema con él/ella.
  • Qué hacer si llega a casa habiendo consumido.
  • Qué límites tenemos que poner a nuestro familiar.
  • Romper mitos y creencias erróneas sobre lo que es y lo que implica una adicción.

¿Cómo afrontar la conversación con un familiar que tiene una adicción?

Como hemos comentado con anterioridad, la persona no está negando la adicción por un llevarte la contraria o mentir. La adicción tiene este poder de negar el problema y cegar a quien la tiene, digamos que “la parte adicta” tiene un gran poder de engaño.  No te está mintiendo el o ella, sino que el/ella está en la propia trampa de la adicción. Por ello, tratar de entrar en una discusión no te va a ayudar, tenemos que afrontarlo de otro modo.

Aquí te dejo ciertos aspectos que son importantes a la hora de afrontar eta problemática con tu familiar y que ampliaríamos y trabajaríamos con mayor profundidad en consulta:

 

No hablar con la persona en el momento en el que ha consumido

Cuidado con el silencio

No culpar: diferenciar la parte sana de la parte adicta

Este es otro de los grandes poderes que tiene la adicción.  Suele ser una problemática tan difícil de afrontar que se genera un silencio en torno a ella y a lo que está generando en vuestra vida. No es raro entonces que, cuando la persona llega habiendo consumido, desde tu enfado o preocupación intentes afrontar el tema, él/ella lo niegue, se genere una discusión y al día siguiente, nadie diga nada del tema.

Si está bajo los efectos de la sustancia, todo lo dicho caerá en saco roto. Tenemos que afrontar la conversación cuando sepamos que la persona no ha consumido nada.

Te recomiendo esperar, si ha consumido sólo te va a escuchar su parte adicta y esto no nos interesa. Toda la conversación y todo lo que digas en ese momento no va a ser escuchado.  Es preferible que esperes al día siguiente y puedas abordar entonces lo ocurrido con el consumo y que sea la parte sana la que te escuche.

La negación de la adicción por parte de la persona afectada, el miedo que genera a nivel familiar y las posibles discusiones al sacar el tema. Todo esto genera una especie de ley del silencio respecto al tema. En terapia siempre pongo el mismo ejemplo: estamos todos en la misma habitación, en ella hay un elefante al que todos estamos viendo y que nos molesta. Sin embargo, nadie habla de él, lo ignoramos a pesar de lo molesto que resulta. La adicción funciona igual. A  todos nos molesta, pero nadie habla.  

Cuidado con abordar la conversación con nuestros familiares/amigos desde la culpa y con pensamientos como “no lo deja porque no quiere”, “no cambia sabiendo que me está haciendo daño”, “no tiene fuerza de voluntad” …etc.

Quizá esto sea difícil de comprender, pero es importantísimo tenerlo en cuenta. Si lo abordamos todo desde el reproche o la culpa, tu familiar/amigo es muy probable
que éste se sienta atacado y por lo tanto tenga la necesidad de defenderse.

Recuerda que, si tu familiar está en esta fase de precontemplación, tendrá poca o nula conciencia del problema, por lo que, si además lo abordamos desde el ataque, solo lograremos mayor distancia.

En terapia trabajamos sobre la idea de diferenciar “la parte adicta” de “la parte sana”. Cuando la adicción aparece, dejamos de ver a la persona y vemos a la
adicción.

Imagina que colocamos una botella delante de la persona con el problema. Sería algo así
como explicarle que cuando la persona consume dejamos de verle a él/ella y
vemos a la botella.  Habla la botella,
actúa la botella … y tu quieres ver a la persona.

Este es un modo de externalizar el problema y convertirnos en dos frente al problema, no yo contra ti, que tienes un problema. 

Afrontar la conversación acerca de la adicción no es fácil y es probable que todo lo que cuento en este post os resulte muy complicado de entender o aplicar. En consulta te acompañamos en el proceso y te preparamos para  comprender mejor la adicción y puedas ir afrontando de una forma diferente la situación. No dudes en ponerte en contacto con nosotras y consultar para poder acompañarte en un proceso individualizado. 

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